martes, 30 de agosto de 2011

"Urban Hymns": atracción, seducción, arrogancia...

Sigue viéndose majestuosa. Suena, incluso, más allá de la propia majestuosidad. Aún y cuando estamos lejos de aquel 1997. Nunca antes un caminar sobre las calles me había resultado tan fascinante. La arrogancia misma, en consecuencia, tampoco había ejercido en mí tales niveles de atracción y seducción a un mismo tiempo.

Me encuentro, de facto, ante una banda sonora de dimensiones épicas. Todo está roto. El corazón late. Pero es más su sangrado que los latidos mismos. Este hombre es, auténticamente, como yo. Más vale la pena escribir sobre la muerte, el dolor, el flagelo que otros bálsamos de juventud. Problemas, preocupaciones reales. Nada de artificios de juventud. Una especie de fuerte y declarada melancolía otoñal se hace presente. Toma posesión de mí, sin más. Esta banda sonora sí que sabe apretar botones específicos en mi ser.


Si hay una cosa se necesita saber acerca de The Verve es que "Bittersweet Symphony" es sólo la punta de un iceberg gigantesco. Aquí tenemos acceso privilegiado a un legado no poco desesperante, ya que esta banda fue mejorando y madurando en forma paulatina. Urban Hymns, con mucho, terminaría superando álbumes previos de The Verve. Ellos son, precisamente, emoción y creatividad al interior de la música… con ideas musicales nuevas y de antaño.


Urban Hymns enmarca plenamente a predecesores como A Storm in Heaven y A Northern Soul. Facilita, así, la construcción de una nueva estructura, de un nuevo cuerpo. El guitarrista Nick McCabe resulta puntal para la conformación del sonido de la banda con un trabajo de inspirado trabajo de guitarra.


Este álbum no se anda con contemplaciones: se va directo a la yugular desde que arranca la primera pista. Esta producción musical se concreta en un disco que nos permite encapsular los sueños de la vida lo mismo que trabajar el escape de la mundanidad del día a día, de la propia vida, a través de algo más etéreo - bien sea el amor o la música…

Urban Hymns, un álbum con declarada presencia en el aquí y el ahora…

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