En lo que probablemente sea
el único caso en que se dice que un músico causa la muerte de alguien mientras
actuaba en el escenario, la policía de Checoslovaquia
arresta a Randy Blythe, líder de la agrupación
de heavy metal Lamb of God, por
homicidio.
El arresto alega que cuando
Blythe sacó a un fan del escenario durante un concierto en el año de 2010, dicho
fan se golpeó la cabeza y murió de la
lesión dos semanas después.
El grupo está en Checoslovaquia para un
espectáculo la noche siguiente (que se cancela), y cuando Blythe es arrestado, se entera de que hay una orden de arresto para
él.
Pasa cinco semanas en una prisión checa, donde escribe dos canciones,
"512" y "Still Echoes", antes de ser liberado bajo fianza. Vuelve a enfrentar cargos el año siguiente y en marzo es absuelto.
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