¿Por qué tendría que estar en el limbo?
¿Acaso había muerto?
No. Simplemente fue
un cambio de estado,
un tránsito normal
de un mundo físico
a un mundo más fácil,
descomplicado,
en el que habían sido
eliminadas todas las dimensiones.
(Eva está dentro de su gato,
de Gabriel García Márquez).
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