Propuesta musical de grandes contrastes,
tanto en dinámica como en tempo. Ólafur Arnalds exige atención, sin mencionar
las repetidas escuchas, para atraer la belleza. A veces uno podría acusarlo de
perderse en su propia experimentación, esquivando entre un estilo y otro, sin
decidirse nunca.
Sin embargo, la acumulación fugaz de efectos contrastantes
podría sostenerse igualmente como positivo: no hay lugar para el estancamiento.
Audaz calidad con arreglos que espesan los sintetizadores y agregan textura al
sonido.
Hay calor que fluye incluso debajo de los momentos más desolados. Hay
momentos desolados plagados de melodías energéticas. Piezas llenas de emoción,
a la vez que profundamente reflexivas y dolorosamente melancólicas.
Empero,
también hay una sensación sorprendentemente moderna, incluso en lo que respecta
a momentos fílmicos que recuerdan a Yann Tiersen. (Hugo Méndez – Neostálgica Idea
Musical)
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