martes, 6 de marzo de 2018

Onírica (...)



Basta contemplar su retrato para admirar la belleza física de aquella mujer misteriosa, distante, inalcanzable, con un toque de ironía en la mirada, como quien reta y a la vez promete; dueña de sí, aunque de íntima porcelana; ajena pero abierta a la pertenencia plena; de noble porte y refinado gesto, terrenal, etérea, con mármol hecha en la fina sustancia de los sueños.

Clarice Lispector




No hay comentarios:

Publicar un comentario