Antiguamente, ella – también él
– hurgaban en su ser con infinita curiosidad, pero también con temor, mirándose como
nunca antes.
Compartían con pasión infinita sus inefables deseos – a la par que
la añoranza de un paraíso enteramente propio.
Infatigable y ardientemente, se
empecinaban en su búsqueda.
Hasta que, de súbito, cejaron en dicha búsqueda…
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