El primer álbum de Pink Floyd
en revelar su real potencial, Meddle, toma las ideas con las que había
estado jugando durante los últimos años y les da un sentido de identidad y dirección.
Eso es más que evidente en “One Of These Days”, donde el bajo duro
y lleno de eco de Roger Waters
proporciona la potencia de fondo para algunos flashbacks de guitarra y teclado.
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