Paul McCartney optó por
adoptar un enfoque discreto para su primer álbum posterior a The Beatles.
Haciendo la mayor parte del trabajo en su estudio casero, el maestro de
composición de canciones pulió un brillante conjunto de temas rockeros pop y
baladas con pinceladas sutiles y orgánicas, evitando el esmalte de estudio en
favor de la inocencia y el encanto.
Quizá los ex Beatles estaban tratando de
disminuir las expectativas, pero canciones como "Maybe I’m amazed" y
"Every night" no han perdido nada de su brillo incluso después de
todos estos años.
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