En 1969, el gigante musical
que era Led Zeppelin estaba comenzando a llenar sus propios pulmones con los
jadeos de cada audiencia con la que se toparon. Desde su primer concierto en
Gladsaxe, sólo unos pocos meses antes, el creciente poder de la agrupación continuaba
ganando ritmo y les había ganado una feroz reputación.
Cuando el grupo regresó, en
marzo de 1969, para dar una actuación especial en televisión, su debut
televisivo, Led Zeppelin ya era una fuerza para tomarse en cuenta. Le dan a la
multitud curiosamente tranquila una intensa introducción al futuro del rock and
roll. Es uno de sus mejores trabajos en pantalla.
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