Siendo el 31 de diciembre de 1970,
Paul McCartney presentó una demanda
contra el resto de los integrantes de The
Beatles para disolver su sociedad. De acuerdo con los documentos
judiciales, la razón principal de McCartney para querer separar legalmente al
grupo se derivaba de la decisión tomada por los otros de nombrar al gerente de The Rolling Stones, Allan Klein, como
su mánager.
McCartney no confiaba en
Klein y quería que sus nuevos parientes políticos, Lee y John Eastman, cuidaran de sus asuntos. La demanda tomó más de
cuatro años de audiencias judiciales, y el grupo se disolvió oficialmente en
enero de 1975.
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