sábado, 24 de noviembre de 2018

Mary Austin: más que una musa (VIII)

Austin apoyó a Mercury en su decisión de mantener en secreto la naturaleza de su enfermedad hasta poco antes de su muerte. También le pidió que recogiera sus cenizas y las colocara en un lugar privado que nunca se revelaría.

Es una promesa que mantuvo, esperando dos años después de su muerte para sacarlas en secreto de la casa en la que murió, la casa en la que todavía reside rodeada por muchos de los mismos muebles elegidos por Mercury.

"No quería que nadie intentara desenterrarlo, como le ha ocurrido a algunas personas famosas", señala Austin. "Los fans pueden ser profundamente obsesivos. Quería que siguiera siendo un secreto y seguirá siéndolo".

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