Los admiradores nunca imaginarían
lo que The Who haría a continuación: en una gira por EU cuando Keith llevó las cosas demasiado lejos.
"Keith decide que quiere
que salga un poco más el bombo, y con la ayuda de una botella de brandy, un par
de copas y una pequeña charla con el pirotécnico, logró que la carga pasara a
ser similar a una granada de mano",
rememora Daltrey. "Hubo una gran explosión que me echó de bruces, el
cabello de Pete, en el aire, estaba en llamas".
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