domingo, 25 de noviembre de 2018

Kathy Etchingham y Hendrix (XI)


"Todos tenían miedo de entrar", dice ella, "pero yo entré y él estaba bien conmigo".

Etchingham pudo ver que la mesa de cristal de la suite del hotel estaba destrozada y que Hendrix tenía la calefacción a tope, aunque era un día cálido.

"Dijo que tenía un resfriado terrible", dice ella. "Conseguí una franela y le limpié la frente. No sabía qué estaba mal, así que me aseguré de que estuviera cómodo en la cama y me fui". Etchingham vio a Hendrix por última vez unas semanas después.

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