En apoyo estaban: “Maggie Farm”, “It's Alright,
Ma (I'm Only Bleeding)”, “It's all over now, Baby Blue” y “Mr. Tambourine Man”.
Todos los clásicos
y todo, en su llegada contemporánea con “Ticket to ride”, de The Beatles. Dos
meses después, The Rolling Stones se inspiraron para dar el salto cuántico de “The
Last Time” a (I Can't Get No) Satisfaction.
Bringing it all
back home
amplió la visión del pop y, al hacerlo, definió el rock. La voz peculiar e
inusual de Dylan (decididamente no pop) se burló de la revolución con cada
sílaba, su mensaje era alfabetizado, pero inteligente en la calle, y se debía
más al polvo del campo y al blues urbano. En 1965 no se necesitaba un meteorólogo
para saber en qué dirección soplaba el viento, solo se necesitaba a Bob.
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