viernes, 1 de marzo de 2019

Sonoros Paisajes Cerebrales (IV)


Pero la diferencia con Pink Floyd es que su versión del álbum conceptual es el sonido de los años setenta: progresivo, inducido por las drogas y sin restricciones. Se ha mantenido el atractivo hasta el día de hoy y eso se debe principalmente a que nadie ha podido identificar el núcleo del concepto.

Se enfrenta a la codicia, la pérdida, el materialismo, la alienación y la locura, todos los temas filosóficos cruciales para la condición humana insatisfecha. Pero no hay un corazón obvio, de buena manera, porque están pasando muchas cosas.

No es de extrañar que el álbum haya estado en las listas de Billboard durante más de 900 semanas; contó una historia con la que la gente podía (abiertamente o no) relacionarse, pero dejó las influencias personales de la agrupación como una serie de signos de interrogación. En realidad hicieron un mayor esfuerzo para no promover el LP, se trataba de dejar que el sonido hablara por sí mismo.


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