"Blood on the Tracks" (II)

Pero lo que más destaca de todo Blood on the Tracks sigue siendo la brutal honestidad de Dylan. Si bien es posible que nunca sepamos con certeza a quién le está cantando Dylan o, si es que hay alguien, no hay duda de los sentimientos genuinos que se transmiten en estas canciones.

Una frase tan simple como "Tengo que llegar a ella de alguna manera" (“Tangled up in Blue") nos dice todo lo que necesitamos saber sobre la desesperación y determinación del orador. No se puede malinterpretar el vitriolo que surge de las heridas de Dylan en una línea como "Heriste a los que más amo / Cubriste la verdad con mentiras" ("Idiot Wind") o confundir la impotencia mientras llora: "Me voy fuera de mi mente, oh oh / Con un dolor que se detiene y comienza / Como un sacacorchos en mi corazón / Desde que hemos estado separados"("You're A Big Girl Now").

Si Dylan nos ha permitido vislumbrar su propia vida personal a través de estas canciones apenas parece importar al final del álbum.