Las apelaciones contra la condena de Morrison
por crímenes de blasfemias/exposición indecente en un concierto de marzo de
1969 en Miami estaban en curso, y esto era una fuente de tensión interna.
“Básicamente”, dice Robbie Krieger, “lo de
Miami significaba que nadie nos reservaría para tocar en conciertos. Ese era el
caso cuando comenzamos a trabajar en L.A. Woman”.
Empero, esta situación fue tranquilizante, puesto que Morrison ya
no estaba a la altura de los rigores de una actuación típica de The Doors.
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