Para Andrea,
por supuesto...
Me basta el silencio de tus pechos
para cerrar los ojos y apagar las estrellas
me basta el sudor de tus manos
para sumergirme en el mar…
me basta una sombra retrasada
en tus pupilas y una herida
insinuada en tu frente…
- Manuel Cortés Castañeda
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