"Cuando Rod me sentó
para decirme que estaba fuera de Iron Maiden, no fue una decisión que realmente
pudiera explicar, excepto decir que, como lo vio, no me sentía como un miembro
del grupo", rememora Dennis. "En aquel entonces, Rod era un manager joven y relativamente inexperto,
pero sabía que tenía algo que sería enorme, así que envolvió al grupo con
algodón para asegurarse de que nada saliera mal".
Con Adrian Smith, Iron Maiden
se propuso convertirse en la agrupación de Heavy Metal más grande del mundo.
Pero primero necesitaban un cantante. En septiembre de 1981, Paul fue
despedido. Con el ex-cantante de Samson, vestido de cuero e igualmente
ambicioso, Bruce Dickinson, listo, dispuesto y capaz de llevarlos al siguiente
nivel y más allá.
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