A las muchachas que perdieron sus besos
se les recuerda en esquinas y veredas
a las que los vendieron
se les ve entre salones y banquetes
las de sueños se sienten dormidas
y las de pesadilla en oficinas y cubículos
las de olvido torturan
las que dicen adiós llaman cada dos días
se encuentran en las paradas de autobuses
y compran pantaletas en el boulevard de
Sabana Grande
saludos desde Venezuela
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