(…)
Hoy - su grímpola inmóvil –
se desgarra encalmado
invocando otros mares menos crueles.
se desgarra encalmado
invocando otros mares menos crueles.
No es tu cadena el miedo o la palabra:
rindes el barco a un beso
con un lastre de muerte
una brisa sutil
de Carnaval y alcohol… una locura.
Desarbolada el alma
entre una tempestad de las olas de seda,
te has de dejar morir: ya no es posible
aproarse al destino
(…)
Ma Ángeles Novella
entre una tempestad de las olas de seda,
te has de dejar morir: ya no es posible
aproarse al destino
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