Entrevistador: Debió de ser muy distinta de
los otros niños.
Susan Sontag: ¿Usted cree? También se me daba
muy bien disimular. No pensaba mucho en mí misma. Simplemente, me alegraba de
tener algo mucho mejor entre manos. Pero anhelaba con todas mis fuerzas estar
en otro sitio, y la lectura me ofrecía gozosos momentos de escape que me
reafirmaban en mi deseo de leer. A causa de los libros —y de la música—, en la
vida ordinaria me sentía rodeada de gente a la que le importaban un bledo los
intensos mundos a los que yo estaba entregada.
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