Las canciones de The Piper at The Gates of Dawn no eran
sobre autos, chavas y rebelión adolescente. Se trataba de gnomos y el espacio
exterior. Al igual que The Beatles, Pink Floyd había hecho un buen uso de los
estudios de Abbey Road. Además, Syd Barrett cantó con acento inglés.
Robert
Wyatt y Kevin Ayers, de Soft Machine, hicieron lo propio. Mientras tanto, la
música de Soft Machine estaba más cerca de John Coltrane que de Muddy Waters. “Aprendieron
a tocar instrumentos para tocar los sonidos extraños en sus cabezas”, señaló la publicación International Times en una reseña del
debut del grupo en 1968.
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