Al mismo tiempo que su incomparable habilidad como baterista, estaban sus locuras fuera del escenario. Sus compañeros de grupo y amigos lo etiquetaron como “Moon the Loon”, y sus bromas desquiciadas lo dejaron a él y a The Who en problemas en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera, brindando así muchas de las historias más notorias del rock.
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