Resulta imposible escuchar una canción de rock o blues y no elegir uno de sus acordes. Los admiradores asertivos han dicho que sin Johnson no habría Muddy Waters y sin Muddy Waters, no habría Rock & Roll. La vida de Bob Dylan cambió cuando John Hammond interpretó a Johnson en los años 50, y Keith Richards es tan admirador que si los Rolling Stones hubieran fracasado alguna vez, bien podría haber terminado como un excéntrico biógrafo vicario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario