martes, 16 de enero de 2018

Complicidad pluvial...

"¡Eres, declaradamente, una Bella Sirena que he de robarme!" ¿Recuerdas cuánto te lo decía? Estábamos en esas cuando, transcurrido el éxtasis, tus ojos se hundieron en lo profundo de la oscura habitación. La lluvia golpeaba los vidrios.

Para cuando reparé en vos, habías partido, surcando entre las gotas de lluvia que, apuradas, te llamaban, sabedoras de que, sí, ese día me prendé – de vos… 





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