Keith Moon, baterista de la agrupación inglesa The Who, fue conocido por su excentricidad y temperamento autodestructivo; se divertía — casi siempre bajo los
influjos de alcohol y drogas — destrozando las habitaciones de los hoteles
donde se hospedaba el grupo, haciendo explotar
los inodoros, rompiendo muebles y tirando televisores por la ventana.
En una
ocasión, Keith Moon insistió en que la limusina que los llevaba al aeropuerto
regresara al hotel, porque había olvidado algo. Cuando el automóvil llegó,
subió corriendo a la habitación donde se había hospedado, cargó la televisión
aún enchufada y de un tirón la arrojó a la alberca por la ventana. Después de
ello regresó a la limusina y entró en ella mientras decía: “¡Casi se me
olvida!”.
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