Sin embargo, la canción se vendió de forma vertiginosa,
llevó una de las fundas de discos más
icónicas de todos los tiempos y anunció la llegada del punk, posiblemente
el movimiento juvenil más famoso y
reconocible del país.
Además, un viaje en barco por el Támesis por la banda
a las Casas del Parlamento para promover
el single se ha convertido en uno
de los trucos publicitarios más infames de la música.
Si los Pistols y el punk
en su forma más pura no duraron mucho más allá de ese precipitante verano,
entonces, “God Save The Queen” sí lo ha
soportado.
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