Y una vez que la industria discográfica huele algo
bueno, el ciclo se acelera aún más. Basta con mirar el movimiento grunge de los 90 para probarlo. ¿Cuántos imitadores de Nirvana y Pearl Jam
fueron enviados al público después del éxito de Nevermind and Ten?
Fue
aún peor en los años 60, especialmente después de que The Beatles expusieran toda una escena musical británica lista para su primer plano. Decenas de agrupaciones
inundaron el mercado; pocos
importaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario