Cuando los Manic Street Preachers hicieron su impetuosa y deslumbrante entrada en la escena musical a principios de los 90, Richey Edwards declaró: "Estamos lo más lejos posible de cualquier cosa en los 80".
Hubiera sido impensable entonces, que años después el grupo estaría mirando hacia esa década con la melancólica nostalgia de Lifeblood. Este disco está empapado de ella: letras, producción, instrumentación nos llevan de regreso, y la agrupación admite referencias a The Cure, New Order e incluso a U2.
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