A esta ciudad le corre un río
que nunca desemboca
sólo conoce las esquinas del mundo
donde le ha sido vertida
la claridad insuficiente del desencuentro
mensaje
fecundado en las alturas
que
desciende censurado hacia la pampa
en un
acorde subliminal
anudo el corazón a una lágrima de plomo
y lo lanzo a kilómetros de distancia
donde la génesis de un primer anillo de agua
se multiplicará campaneando un oleaje
como el efecto propagado en las alarmas de
los automóviles
frente a la llegada de un terremoto
- Guillermina Sartor
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