Sin metáforas: los integrantes de Deep Purple estaban viendo cómo
se incendiaba su oportunidad de hacer un nuevo álbum. Los pioneros del Heavy
Metal habían ido a Montreux, Suiza, en diciembre de 1971 para grabar su próximo
LP con la ayuda del estudio móvil de The Rolling Stones.
El plan de Deep Purple era grabar nuevas
pistas en el teatro del Casino de Montreux, que cerraba por mantenimiento cada
invierno. Claude Nobs, fundador del legendario Festival de Jazz de Montreux y
también promovió conciertos locales de rock, había organizado todo.
El grupo tendría
acceso a las instalaciones después del concierto final de la temporada, a cargo
de Frank Zappa y The Mothers of Invention. Pero "algunos estúpidos con una
pistola de bengalas" alterarían la historia del rock.
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