Como cualquier chavo de Acton en las décadas de 1950 y 1960, Roger Daltrey nunca tuvo miedo de dejar de hablar y empezar a lanzar puñetazos. El temperamento de Daltrey era legendario y se sabía que explotaba.
En ocasiones, incluso cuando eran sus compañeros de grupo. Fue algo que Keith Moon experimentó de primera mano y casi le costó al cantante su estrellato.
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