"La cosecha parca de mi pluma
no se compara, de ninguna manera, con las abundantes páginas de otros autores
en las cuales, con modestia y esmero, he intervenido. Como simple profesional
de las letras y persistente tipógrafo, puedo jactarme de que nunca he cejado en
colaborar corrigiendo y aun rehaciendo renglones y párrafos de otros
escritores."
Hombre de letras y servidor de
ellas ha sido Alí Chumacero. Gran lector, buen gramático y experto tipógrafo,
su tarea más constante ha sido el cuidado de libros ajenos. Su poesía, de rigor
formal y desolación de su poesía, se reduce a tres libros: Páramo de sueños (1944), Imágenes
desterradas (1948) y Palabras en
reposo (1956), escritos entre los 22 y los 38 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario