Stories from the city,
Stories from the sea (2000), de P. J. Harvey,
se ratifica como un disco genial, limpio, con los matices suficientes para
ratificar a esta Femme en los parámetros
de la música rock. Con el transcurrir del tiempo, este disco siempre oferta
algo novedoso, aunque resuene en su sustrato algo de Patti Smith o de los Ramones.
(Ese antológico final con la excelsa, colosal, pieza "We float", termina
siendo una ratificada invitación a desaparecer del mundo - de uno mismo…
En P. J. Harvey la fusión no suena a fusión, sino a lenguaje
propio, a marca, a golpe en la mesa. Una fuerte
carga emocional y un lirismo
simple, pero rabioso, se unen en
esta tendencia del disco a la ensoñación…
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