lunes, 27 de agosto de 2018

“I am the walrus”: poesía y LSD (IV)


Los instrumentos de cuerda crean una tensión desequilibrada a medida que las notas se elevan y caen en picada. La voz de Lennon, sórdida, distorsionada y gravosa, ayuda a convertir un ejercicio absurdo en un verdadero himno de rock.

Un caso atípico entre las canciones más cantadas, escritas por Paul McCartney en el Magical Mystery Tour de 1967, es un símbolo del abismo cada vez más amplio en el estilo de los compositores que, a la postre, desgarraría al grupo tres años después.

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