No importa cuánto éxito haya
tenido Neil Young antes o después de
1972, la imagen duradera que muchas personas tienen del músico es la de él cantando "Heart of Gold" con
una guitarra acústica y una armónica.
La canción se disparó al número uno ese
año y fue ineludible. "Old man" y "Needle and the damage done"
martillearon la imagen del trovador
acústico aún más lejos, a pesar de que Young pasó los siguientes 20 años
haciendo todo lo que pudo para sacudirse
esa imagen.
El disco fue cortado en Nashville, Londres y en el rancho de
Young en California con una agrupación de
estrellas apodada “Stators Gators”.
Fue el comienzo de una relación muy larga y fructífera con el guitarrista de
pedal pedal Ben Keith.
En las notas
de su compilación de la década de los años 70, Young escribió sobre este período de
tiempo. La cita probablemente ha sido regurgitada más veces que cualquier otra
cosa que Young haya escrito antes, en gran parte porque explica sus próximos
álbumes con toda claridad. "'Heart of Gold' me puso en medio de la carretera",
escribió. "Viajar ahí pronto se volvió aburrido, así que me dirigí a la
zanja".
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