La melódica melancolía de Lifeblood, acertadamente descrita como "pop elegíaco", funciona; lamentablemente, los Maníacos confunden la tristeza con muerte.
Sin embargo, estos pequeños descuidos apenas eclipsan sus logros como grupo. Los Manics, aunque tal vez no sean tan esenciales como lo fueron hace una década, terminaron forjando un nuevo nicho en un momento en que la mayoría de las agrupaciones han renunciado por completo al proceso creativo.
Eso, que no es poca cosa, confirma que todavía hay sangre tibia corriendo por las venas de The Manics. Son reales, aunque tal vez no de la forma en que la historia pretendía.
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