Este poema tiene una mordida
en el fondo.
Es de noche, es la soledad
a todas horas.
El perro a mitad de la
desazón del mundo
tiene por espacio y tiempo a
la calle sola;
su mirada es la voz
que anuncia siempre
el pasado mejor: un hogar, la
luz constante;
es el perro que tiene por
cobijas
las estrellas ausentes
de esta incierta noche.
- Carlos Sánchez Ramírez
No hay comentarios:
Publicar un comentario