Conmovedor y
vivaz, cubre una voz segura sobre una confluencia simple de guitarras acústicas
y eléctricas que encajan como piezas de rompecabezas, mientras que un ritmo
insistente agrega sólo lo que se necesita.
El tema es un ejercicio de rock holístico notable
por su definición y diseño, que alcanzó el puesto 42 y sigue siendo una de las
canciones más conocidas de Mason. Es una tarjeta de presentación apropiada para
un proyecto que se distingue por actuaciones meticulosas y arreglos atractivos,
que ofrece múltiples recompensas para oídos coloridos.
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