En una entrevista efectuada en 2007, Keith Richards afirmó
que había inhalado las cenizas de su padre mezcladas con cocaína. El
guitarrista de The Rolling Stones desmintió en un principio al periodista
diciendo: "No tomaría cocaína a estas alturas de mi vida a no ser que
quisiera suicidarme". Sin embargo, en su autobiografía de 2010, volvió a
darle una vuelta al relato:
"Yo, que soy un profesional y un perro viejo, me
limité a decir que se había sacado la frase de contexto, sin negar ni confirmar
nada". Y contó su versión de los hechos: Incapaz de arrojar las cenizas de
su progenitor al viento, plantó un roble inglés para esparcirlas a su
alrededor.
"Cuando estaba abriendo la tapa de la caja, una
ligerísima nube de cenizas fue a aterrizar sobre la mesa. No podía apartarla
sin más, así que la recogí con la yema del dedo e inhalé los restos". Y
sostiene que lo de las cenizas no es para tanto: "Estaban en la mesa. ¿Qué
iba a hacer? ¿Limpiarlas?".
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