miércoles, 14 de septiembre de 2011

La disciplina de Robert Fripp…

Mucha gente quiso pertenecer a King Crimson y no pudo. Bryan Ferry se presentó a una audición y no pudo quedarse con el rol de cantante. Incluso Elton John estuvo a punto de ser el vocalista en el álbum Lizard, pero cuando Fripp escuchó su primer álbum, opinó que era pobre como cantante y le bajó el pulgar. John Wetton, que venía del grupo Family, culminó con una seguidilla de cantantes/bajistas que sólo aguantaban un álbum la disciplina de Robert Fripp. Con él, Crimson recuperó el vigor perdido e inició un período fructífero, desde Lark’s Tongues in Aspic (1973), el complejo Starless and Bible Black (1974), y una maravillosa disección del heavy metal bautizada Red (también de 1974). Tras una extenuante gira del grupo por Estados Unidos, Fripp regresó a su Gran Bretaña natal y proclamó:



"En el futuro, sólo serán capaces de sobrevivir las unidades móviles, pequeñas y altamente inteligentes. Los días de las bandas de dinosaurios han terminado y King Crimson se acabó para siempre". En el primer concepto, Fripp acertó. En el segundo, se equivocó: a Crimson lo aguardaban nuevas muertes y resurrecciones.

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