"El cinismo es
un precio muy alto: nos cierra a la música. Para un músico, el cinismo es
sinónimo de muerte", escribió Robert
Fripp hace poco, en una carta a la revista
Input, respondiéndole a un
fanático que lo había atacado por el supuesto interés pecuniario que implicaba reunir a King Crimson 15 años después
de su disolución. En otro músico, la carta no hubiera tenido contestación ni
acuse de recibo; pero el espíritu guerrero de Fripp no parece haberse
encallecido...
Mientras los mejores grupos de la historia se separaron
por la presión de los diferentes egos, Fripp
ha buscado manejarse con conceptos firmes. "La mejor manera de discernir un
grupo verdadero de uno falso es el dinero:
un grupo de verdad lo comparte. En King Crimson, nadie se hace más rico que el
resto", explicaba Fripp a Toby Howard,
el fanático que le había escrito esa demoledora carta abierta. "Podría ganar
más en una semana de conciertos como solista en la Argentina, que en un mes de
gira con King Crimson".
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