sábado, 28 de abril de 2018

Acerca de los "bootlegs" (IV)


A medida que los años 70 avanzaban, la industria discográfica pirata explotó. Nuevas etiquetas aparecían casi a diario, ofreciendo grabaciones completamente nuevas, así como diferentes compilaciones de las mejores pistas de una multitud de actuaciones.

El pantano se hizo tan grande e intratable que Kurt Glemser, un obsesivo de los conciertos, se sintió impulsado a lanzar la gran colección de bootlegs en 1975.

Así, Hot Wacks, de Glemser, ayudó a los consumidores a manejar lo que había, lo que era bueno y lo que no valía la pena ni en vinilo ni en cinta.

Para los entusiastas del underground, Hot Wacks sirvió como un compendio vital y necesario, uno que Glemser actualizaba regularmente a lo largo de los años para ayudar a otros a navegar a través de la intrincada maraña del mercado negro en expansión.

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