domingo, 5 de agosto de 2018

Dylan y Lennon sin ornatos (I)


En mayo de 1966, John Lennon y Bob Dylan se habían convertido en los únicos candidatos serios para el nuevo título "Portavoz de una generación". En el apogeo de su creatividad, cada uno buscaba liberarse de su propia reputación haciendo música que no tenía precedentes.

Dylan, después de haber estirado la definición de una canción pop con "Like a Rolling Stone" en julio de 1965, acababa de completar el extenso doble disco, Blonde On Blonde. Por su parte, el innovador Revolver de The Beatles no saldría hasta el final del verano, pero las sesiones comenzaron semanas antes con "Tomorrow Never Knows", de Lennon, una canción que combina letras filosóficas con matices ácidos con una producción audazmente innovadora.

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