sábado, 11 de agosto de 2018

Los Placeres Placenteros de Glass


Las palabras 'Música' y 'culpa' no van juntas para mí. Me involucré haciendo conciertos benéficos y recaudando dinero para diferentes tipos de organizaciones y con frecuencia reuní todo tipo de personas para tocar. A veces podría ser un cuarteto de cuerda con Kronos Quartet, pero podría ser Paul Simon, o podría ser David Bowie, o podría ser Iggy Pop...

He tocado con toda esta gente. Parte de la diversión de hacer estos conciertos es tocar con alguien con quien nunca había tocado antes. Recuerdo que hace unos años hicimos un concierto para un lugar llamado Tibet House, que es un centro cultural en Nueva York, y David Bowie iba a tocar en el concierto.

Luego me dijo: "Bueno, tenemos que ensayar." Ahora, nunca antes habíamos ensayado. Me reuní un día antes, seleccioné las canciones y luego las toqué. David no. Tuvimos que reunirnos dos días antes y tener un ensayo completo de sus canciones. Eso fue realmente intenso.

Entonces, en ocasiones, las cosas realmente buenas pueden suceder así, que realmente no las planeas. Esos no son placeres culpables. Son placeres placenteros...

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