Tal vez sea el único ser
humano en la historia con "inodoros explotando". Keith Moon era la encarnación viva de la escandalosa e infantil
inocencia de rock.
Desafortunadamente, su síndrome de Peter Pan se prestó a un apetito voraz por
las drogas y el alcohol, lo que lo hizo sentir como en casa en la odiosa escena de
la fiesta del rock de los años 70.
Su
único álbum solista, Two Sides of
the Moon, es ante todo un recordatorio de eso, con interminables estrellas
invitadas (Joe Walsh, Harry Nilsson, Ringo Starr) incitando en las dilapidadas versiones de “Don’t Worry
Baby” así como “In My Life.”
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