Mick Taylor, el hombre que tocó en Exile On Main Street, siempre ha sido una figura esquiva: el hombre
que se atrevió a dejar los Rolling
Stones, un descaro que provocó que Keith
Richards, igualmente horrorizado por la partida de Bill Wyman años más tarde, afirmara que "nadie debería dejar a este grupo, salvo
en una caja de pino”.
Acerca del por qué se fue, en
diciembre de 1974, ha sido objeto de varias
conjeturas. Taylor ha calibrado sus respuestas de manera sutil diferente a
lo largo de los años. Hubo rumores de peleas,
discusiones sobre supuestos créditos de
composición, problemas matrimoniales, cansancio
por las giras, drogas (principalmente una creciente adicción a la heroína) e incluso el simple aburrimiento.
Ronnie Wood, quien lo reemplazó en marzo de 1975 (aunque no se
haría oficial hasta el año siguiente), se adaptó mucho mejor a la imagen de los Rolling Stones. Pero
pocos dirían que Wood estaba en la misma liga que un guitarrista. El baterista Charlie Watts había admitido que “el
período de Mick Taylor fue un momento creativo para nosotros. Un tremendo salto en la credibilidad musical".
No hay comentarios:
Publicar un comentario