Mick Jagger se detuvo justo al lado de un enorme agujero hecho por
sí mismo cuando le contó a Rolling Stone
sobre Taylor en 1995: "Era un músico
melódico muy fluido, que nunca tuvimos, y no tenemos ahora... Algunas
personas piensan que es lo mejor". Cuando le preguntaron si estaba de
acuerdo con esa gente, Jagger respondió: "Obviamente, no puedo decir si
creo que Mick Taylor fue el mejor,
porque de destruye el período en que el grupo está ahora".
Es en Life, la autobiografía de
Keith, donde las dos hebras del efecto Taylor están expresadas de manera
más reveladora, aunque un poco amarga.
Richards admite que a veces le temblaban las interpretaciones de Taylor,
"el toque melódico, un hermoso sostén y una forma de leer una
canción", pero también lo llama tímido
hasta el punto de ser "muy distante".
Hay una clara sensación de
amargura cuando Richards afirma que su partida "nos dejó en la
estacada", más aún cuando se deleita en que, después de los Stones, Taylor "no hizo nada". Lo que no
es verdad. Taylor se unió a Jack Bruce,
realizó giras y tocó con Bob Dylan y
otros notables como Alvin Lee, Little Feat y The Grateful Dead, grabó discos solistas e incluso se reunieron con
su mentor, John Mayall, en los Bluesbreakers.
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