martes, 18 de diciembre de 2018

Mick Taylor: el Stone Exiliado (III)


Pero podemos ver el punto de Keith. Caja de pino o no, no hay que alejarse de los Stones. Un hombre a menudo considerado como el enigma que incluso los Stones no pudieron descifrar. Pero, ¿qué recuerda Taylor de aquellos días en el sur de Francia en 1971, al grabar Exile On Main St? ¿Qué hay en el sótano, donde se hizo todo el trabajo?

"Era un sótano sucio, bastante húmedo", dice Taylor. "No era un estudio de grabación adecuado en absoluto. Corrimos todos estos cables hacia el sótano, que estaba dividido en habitaciones pequeñas. Y únicamente había una habitación en la que todos podíamos encajar y donde podríamos tocar juntos. Había un lugar donde Charlie tocaba la batería, pero estaba en una sección separada de la habitación. Para los doblajes vocales, Mick tuvo que hacerlos en una pequeña habitación a lo largo del corredor. En realidad, era como un laberinto".

¿Se filtró la atmósfera del sótano en el sonido de las canciones? "Creo que sí. Estaba un poco áspero. No hubo ninguno de los refinamientos de Basing Street u Olympic Studios, pero hubo una especie de intimidad y cercanía acerca de tocar juntos en ese momento, aunque a veces solía volvernos locos. Quiero decir, estuvimos ahí por mucho tiempo. Es un tipo de disco muy blues, terrenal. Los Stones nunca hicieron otro álbum de esa manera. “Ventilator Blues” fue una canción que, para ser honesto, no esperaba obtener ningún crédito por ella. Probablemente tuve mucha mayor aportación en una o dos de las otras canciones".

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